Trabajadores y trabajadoras de la Cooperativa de San Marcos Sierras y alrededores repusieron líneas luego 22hs continuas de trabajo.
Frente a un evento caótico como este, el compromiso, la solidaridad y el compañerismo se vuelven bastiones fundamentales para reacomodar la situación. Julieta Romero Casado, trabajadora afiliada de San Marcos Sierras detalló como fue el hecho.
El acontecimiento sucedió el jueves pasado en la zona aledaña al centro de la localidad a causa de un descuido de una vecina. En ese momento, una cuadrilla de la Cooperativa estaba trabajando por la zona. “Nos llamaron por teléfono para decirnos que muy cerquita de donde estábamos trabajando había ocurrido un incendio y de inmediato fueron al lugar”, detalló Romero Casado.
Llegaron, y se encontraron con un fuego que avanzó de sobremanera en cuestión de minutos. Ya se habían prendido fuego postes y la línea troncal que provee el suministro eléctrico de la zona. “A los quince, veinte minutos llegaron los bomberos, el fuego en ese entonces se extendió para una zona de viviendas de familia… Automáticamente, todo el personal fue al lugar. Es decir, administrativos, Consejo de Administración, asesores, y desde el lugar que nos tocaba a cada uno empezamos a trabajar… Fueron 22 horas de trabajo corrido”, relató.
También, con la colaboración de la cuadrilla de EPEC de Cruz del Eje y de la de la Cooperativa de Villa de Soto, pudieron dar servicio a una zona del pueblo. Luego el trabajo continuó durante todo el viernes y todo el sábado y aún, una semana después, continúan con relevamientos de servicios.
Otra dificultad fue la caída de las señales telefónicas durante todas esas horas de trabajo, los familiares quedaron sin noticia de ellos, nadie sabía dónde, cómo, cuándo regresaban. “Trabajamos a pulmón, hicimos lo humanamente posible para reestablecer el servicio… rescatamos es el compañerismo, el compromiso”
Entre el cansancio de casi un día entero de trabajo y la tristeza de las perdidas, Julieta Romero Casado, no dejó de resaltar los lazos solidarios que permitieron culminar su labor. “En cuando a nuestro trabajo, nos tocó ayudar a compañeros. Uno de ellos activo y un jubilado que viven en la zona… es decir, en medio del trabajo para no perder todo el tendido eléctrico, nos tocó ayudar como compañeros, como civiles, como vecinos a dos de nuestros afiliados que estaban perdiendo la casa”.
“Mas allá de las perdidas materiales que se pueden contabilizar, metros de cables, casas quemadas, etc. Resaltamos el compañerismo, el compromiso, el sentido de pertenencia y el compartir juntos el cansancio y las lágrimas…”, finalizó Julieta.
