Por Máximo Brizuela, secretario General:
Desde diciembre de 2023, la política nacional ha estado marcada por un profundo ajuste económico y una transferencia regresiva de ingresos, desde los sectores medios y bajos hacia las grandes empresas y el sistema financiero. No es casual que este proceso haya incluido el recorte a nuestros jubilados nacionales, la licuación de los salarios, el ajuste en salud y educación, y el retiro del Estado en materia de obra pública, por citar solo algunos ejemplos.
Cada una de estas medidas se ha tomado bajo el argumento de alcanzar un supuesto “equilibrio fiscal” que deja a la gente afuera del sistema, es decir que dicho equilibrio se construye a costa de la desprotección, el abandono y la retirada del Estado de áreas clave desde donde debería proyectarse el país que queremos. Un equilibrio fiscal es genuino cuando se contiene y valora al jubilado y a los trabajadores.
Si aspiramos a una Argentina que crezca con inclusión, sin dejar a nadie atrás, es indispensable revisar ciertas decisiones y replantear algunas visiones que hoy predominan.
Desde el Sindicato Regional de Luz y Fuerza sostenemos una concepción institucional que hemos construido colectivamente junto a nuestros afiliados y afiliadas a lo largo de nuestra historia. Desde ese marco es que expresamos nuestras opiniones, destacando lo que consideramos correcto y proponiendo alternativas cuando creemos que algo debería hacerse de otro modo.
En este debate de ideas y decisiones políticas, también reconocemos aquellas acciones que se alinean con nuestros valores y que merecen ser destacadas.
Recientemente, el Gobierno de la Provincia de Córdoba, encabezado por el gobernador Martín Llaryora, tomó una decisión acertada y humana al destinar parte de los fondos que la Nación le adeudaba a una mejora significativa en los ingresos de los jubilados provinciales con menores haberes. Esta medida no solo marca una diferencia respecto de lo que se ha hecho a nivel nacional, sino que representa un camino distinto, basado en la empatía y el compromiso con nuestros mayores.
Otro ejemplo positivo lo vivimos recientemente con la entrega de kits de seguridad eléctrica para trabajadoras y trabajadores de cooperativas, un gesto que demuestra sensibilidad, responsabilidad y reconocimiento hacia quienes sostienen el servicio eléctrico en tantos pueblos y ciudades de nuestra provincia.
Dicen que gobernar es generar trabajo, pero también es mejorar la calidad de vida de la gente. No se puede mirar hacia otro lado cuando las necesidades son evidentes. Es el Estado quien debe crear las condiciones para que, paso a paso, todos estemos mejor. Eso implica garantizar derechos fundamentales como salud, educación y obra pública, y también acompañar al sector privado en sus inversiones, siempre dentro de un marco jurídico donde ganemos todos, no solo unos pocos.
Deseamos que estas visiones se multipliquen no solo en Córdoba, sino en todo el país, para que como sociedad podamos avanzar hacia un futuro más justo e inclusivo, sin dejar a nadie afuera.
Es fundamental transitar por el camino del respeto entre el pueblo argentino y su gobierno, no dejando en el camino a nadie y redoblando los esfuerzos para garantizar la educación, salud, seguridad y dignidad de los trabajadores de esta hermosa patria.