Por Máximo Brizuela, secretario General:
Durante esta semana se celebró el XVII Congreso Nacional de la FATLyF en la ciudad de Mar del Plata.
Una vez más, compartimos un valioso espacio de encuentro entre todos los sindicatos de Luz y Fuerza del país: un ámbito de unión, debate y militancia que nos permite seguir fortaleciéndonos en un contexto adverso.
Los poderes que conducen los destinos de nuestro país nos quieren divididos, debilitados y aislados, para así desmantelar nuestros convenios y derechos sin resistencia. Buscan reconfigurar las reglas de juego y profundizar la injusticia, en beneficio de unos pocos.
Contar con espacios como este, donde podemos conocer la realidad de cada compañero y compañera a lo largo y ancho del país, nos da una visión más amplia y concreta de la situación actual y del impacto real del modelo que hoy impera en la Argentina.
Creo profundamente en la importancia de estos espacios de debate para construir consensos y ser parte activa de la alternativa que soñamos: una Argentina donde la familia lucifuercista, y cada trabajador y trabajadora de esta patria, vivan con la dignidad que merecen.
Debatir, escuchar al otro, entendernos y gestionar colectivamente nos permite tender nuevos puentes y encontrar soluciones. Primero, para resistir los embates presentes; y luego, para proyectar y accionar hacia el futuro. Porque si algo caracteriza a Luz y Fuerza es su capacidad de soñar y la voluntad firme de alcanzar esos sueños sin rendirse.
Nada de esto sería posible sin la conducción de nuestra Federación, que desde hace años —y con el liderazgo de Guillermo Moser— ha entendido que el camino federal y colectivo es el que verdaderamente nos permite crecer y fortalecer el poder que tenemos en la unión.
