Por Máximo Brizuela, secretario General:
En este día tan especial para los cristianos, es momento de renovar nuestras esperanzas, reafirmar nuestra fe y celebrar el valor del encuentro en familia.
Así como Jesús dio su vida por nosotros, estamos llamados a seguir su ejemplo, obrando cada día con solidaridad, empatía y amor hacia los demás.
Los tiempos difíciles nos desafían a redoblar nuestras acciones, a practicar la tolerancia incluso frente a quienes recurren a la violencia como forma de expresión.
La indiferencia nos debilita. Por eso, trabajar por la unión, por el encuentro fraterno y por objetivos comunes, es hoy una de nuestras misiones más urgentes.
Deseo de todo corazón que el calor de los afectos los acompañe y que la felicidad habite en sus corazones.
¡Felices Pascuas!