Por Máximo Brizuela, Secretario General.
En un momento crucial para nuestro sindicato y para nuestros compañeros y compañeras del sector Cooperativo, transitamos una instancia de agotamiento en las negociaciones paritarias, en la cual, las propuestas de las Federaciones cooperativas están lejos de reconocer el valor de nuestro trabajo, la dedicación y el sacrificio que ponemos día a día.
Es en estos momentos cuando nuestra unidad se vuelve más esencial que nunca. La fuerza de nuestro sindicato reside en la convicción, en la solidaridad que nos une y en la firmeza con la que defendemos nuestros derechos. No podemos permitir que las dificultades actuales fragmenten nuestra determinación, ni erosionen nuestra esperanza en un futuro más justo.
El camino hacia adelante requiere un compromiso y trabajo conjunto. No debemos olvidar que cada avance en las condiciones laborales que hemos conquistado a lo largo de los años ha sido fruto de la negociación colectiva y del esfuerzo coordinado de todos nosotros. La historia nos enseña que la unión y la solidaridad son el camino para garantizar nuestros derechos. Ahora más que nunca, debemos mantenernos juntos, para que se reconozca el salario digno que nos merecemos.
Estamos conscientes de las presiones y los desafíos económicos que enfrentamos, pero nosotros no pedimos nada que no nos corresponda. Estos no son privilegios como muchos nos quieren hacer creer, sino derechos fundamentales que merecen ser defendidos con toda nuestra convicción.
Mañana, 26 de junio, se realizará una nueva audiencia en la Secretaría de Trabajo de la provincia para destrabar una vez más desde nuestro lugar, este conflicto que viene afectando hace tiempo el poder adquisitivo de los trabajadores lucifuercistas.
Insto a cada uno de ustedes a que se mantenga informado, participe activamente en las asambleas y apoye las decisiones colectivas que tomemos. Solo a través del compromiso y la participación activa de todos, podremos construir una estrategia sólida y efectiva.
En estos tiempos difíciles, nuestra fortaleza radica en nuestra capacidad de actuar como una unidad indisoluble. No estamos solos en esta lucha; cada uno de nosotros es un pilar que sostiene el edificio de nuestra organización.
Confío plenamente en la energía militante y en la integridad de todos ustedes. Continuemos en este camino con determinación, porque la justicia y la dignidad de nuestro trabajo dependen de nuestra capacidad para resistir y persistir.