Por Máximo Brizuela, secretario General.
Todos sabemos que desde de la unidad sindical podemos enfrentar las luchas laborales con fuerza y determinación. Para ello es importante anteponer los valores fundamentales que motivan cada una de las acciones que juntos hacemos para defender nuestros derechos laborales.
La solidaridad y la empatía son pilares fundacionales de los sindicatos, pueden pasar diferentes gobiernos, cambiar modos de asociarnos, enfrentar diversas luchas, pero estos valores siempre deben prevalecer ante cualquier coyuntura.
En estos momentos de tanta hostilidad donde los derechos laborales son cuestionados, nuestra mayor responsabilidad, como referentes y como integrantes afiliados/as de una organización gremial, es no dejar de practicar la empatía, pues resulta vital para defender los intereses de cada trabajador y garantizar el bienestar de la familia Lucifuercista.
En cada injusticia, reclamo y necesidad, tenemos la responsabilidad de cuidarnos mutuamente, de apoyarnos como la familia que somos. La solidaridad implica justamente eso, reconocernos como parte de una institución, donde la lucha de mi compañero también es mía, donde lo que le afecta a uno, nos afecta a todos.
Para lograr cambios significativos en la calidad de vida que nos merecemos, honremos los pilares que siembran la estima de los trabajadores organizados sindicalmente.