Por Máximo Brizuela, Secretario General:
Que es un soplo la vida, que 20 años no es nada”, reza el tango Volver que supo entonar Carlos Gardel, a principio del siglo XX.
Y si volvemos en el tiempo, en el ámbito del Sindicato Regional de Luz y Fuerza, nos damos cuenta que hace 20 años nuestra organización gremial marcaba un hito, con la inauguración de nuestra Casa del Estudiante.
Me atrevo a decir, contradiciendo al Zorzal Criollo, que 20 años es mucho tiempo. Son dos décadas de historias diversas, de sueños realizados, de lazos que se han creado para toda la vida.
Uno de los emprendimientos más importantes que tiene nuestro sindicato, ha convertido a jóvenes cargados de ilusiones, en grandes profesionales que hoy desempeñan sus tareas y brindan un gran aporte a nuestra sociedad.
Recientemente, este Consejo Directivo tomó la decisión de llevar adelante una remodelación integral de ese espacio, por lo que hoy 20 años después contamos con un albergue estudiantil adaptado a los tiempos, totalmente moderno y de excelencia; como lo merecen los hijos e hijas de los trabajadores.
Ese lugar que aloja cada año a 96 estudiantes hace posible que la familia lucifuercista envíe a sus hijos a estudiar a la ciudad de Córdoba, ya que de otra manera el costo que tienen los alquileres, expensas y otros servicios, lo hace muy difícil de afrontar.
Durante todos estos años han pasado por la Casa del Estudiante más de 800 chicos y chicas con un destacado desempeño académico. Por parte de la institución han encontrado la contención y el cuidado necesario para que su única preocupación sea el estudio.
Como organización gremial, nos hace sentir orgullosos poder brindar este servicio. Cada logro lo sentimos como propio, porque al ver la felicidad cuando lograr la meta, cuando vemos la emoción de la familia y los llantos que se desbordan de alegría, nos viene una sensación de que cada acción que llevamos adelante merece la pena y nos motiva a redoblar los esfuerzos para concretar nuevos sueños.
Nada de lo que hace el Sindicato Regional de Luz y Fuerza es en vano, nada de lo que hacemos persigue un interés individual. Somos una familia, un colectivo de trabajadores y trabajadoras que lucha, trabaja y sueña en conjunto.
Felices 20 años a nuestra querida CASA DEL ESTUDIANTE. Un sueño para los trabajadores, una realidad para sus hijos.